PRESENTACIÓN
Hola, mi nombre es Gabriela Pascual, soy originaria de Buenos Aires, Argentina, lugar donde no solo elegí nacer, sino donde además crecí y viví hasta casi mis 25 años de edad. Durante ese período, mi vida se desarrolló en una humilde y muy linda casa donde vivían mis abuelos paternos, mi papá, mi mamá y mis dos hermanos mayores. Allí, me formé artísticamente, como Profesora de ballet clásico, estudiando además distintos estilos de baile y a nivel académico, como Licenciada en Marketing; y aunque siempre me sentía bien en lo que hacía y en el modo en que mi vida en general se daba, algo me decía dentro mío que no estaba siendo totalmente yo y que quizá ese no era mi lugar, que necesitaba algo que resonara más conmigo, que necesitaba encontrarme.
Me había empezado a sentir un poco perdida entre tanta gente, tanto caos, tanto correr, me pesaba el clima frío y el ánimo general que absorbía de la ciudad, y podía observar que aunque yo en mis cosas y en mis momentos y actividades a solas estaba muy bien, lo que me llegaba del entorno me estaba afectando y mucho. Después de darle varias vueltas, un día decidí volar a Cancún y le dije a mi familia “me voy a vivir a México”, y ellos me dijeron “ahh te vas de vacaciones”, y yo les afirmé, “ no, no, me voy a vivir a México!”; no puedo explicarles lo que fue sentir muy dentro mío que ese iba a ser mi lugar y que aún sin nada certero yo iba a ir allí.
Ya han pasado casi 15 años de esa decisión y solo puedo compartirles que aquí estoy, feliz y agradecida a un país que me ha abierto sus puertas y su corazón con la calidez de su gente; vivo rodeada de aire puro, cielos azules, playas paradisíacas y pudiéndome encontrar conmigo misma, con mi propio sentir y reflejando lo que me gusta.
PRESENTACIÓN
Hola, mi nombre es Gabriela Pascual, soy originaria de Buenos Aires, Argentina, lugar donde no solo elegí nacer, sino donde además crecí y viví hasta casi mis 25 años de edad. Durante ese período, mi vida se desarrolló en una humilde y muy linda casa donde vivían mis abuelos paternos, mi papá, mi mamá y mis dos hermanos mayores. Allí, me formé artísticamente, como Profesora de ballet clásico, estudiando además distintos estilos de baile y a nivel académico, como Licenciada en Marketing; y aunque siempre me sentía bien en lo que hacía y en el modo en que mi vida en general se daba, algo me decía dentro mío que no estaba siendo totalmente yo y que quizá ese no era mi lugar, que necesitaba algo que resonara más conmigo, que necesitaba encontrarme.
Me había empezado a sentir un poco perdida entre tanta gente, tanto caos, tanto correr, me pesaba el clima frío y el ánimo general que absorbía de la ciudad, y podía observar que aunque yo en mis cosas y en mis momentos y actividades a solas estaba muy bien, lo que me llegaba del entorno me estaba afectando y mucho. Después de darle varias vueltas, un día decidí volar a Cancún y le dije a mi familia “me voy a vivir a México”, y ellos me dijeron “ahh te vas de vacaciones”, y yo les afirmé, “ no, no, me voy a vivir a México!”; no puedo explicarles lo que fue sentir muy dentro mío que ese iba a ser mi lugar y que aún sin nada certero yo iba a ir allí.
Ya han pasado casi 15 años de esa decisión y solo puedo compartirles que aquí estoy, feliz y agradecida a un país que me ha abierto sus puertas y su corazón con la calidez de su gente; vivo rodeada de aire puro, cielos azules, playas paradisíacas y pudiéndome encontrar conmigo misma, con mi propio sentir y reflejando lo que me gusta.

MI DISEÑO

MI HISTORIA CON EL DH
Uno de mis hermanos, que por cierto llevaba un tiempo en su propia búsqueda personal, incursionando en áreas como astrología, numerología y similares, que a veces compartía conmigo pero a mí no me terminaban de resonar, un día me dijo ahora sí, encontré algo que te va a encantar, y vos sos una reflectora, solo hay un 1% y ahora entiendo porque todo lo demás no te terminaba de cuadrar.
Ese día, a su manera y con el conocimiento que él tenía hasta ese momento de D.H, empezó a hacerme la lectura y de ahí todo me empezó a encajar, por fin, algo que realmente hablaba de mí y de lo que siempre había sentido, y no sólo eso, sino que además me daba herramientas para poder vivir mejor y sin culpas, siendo yo misma.
A partir de allí, comencé en principio, un momento muy autodidacta en el que cada día me apasionaba y me enamoraba más y más de Diseño Humano. Empecé a estudiarlo y a estudiarlo y a darme cuenta como de una manera simple podía llevarlo a mi día a día, y como nos suele pasar a muchos de los que nos enamoramos de Diseño, uno lo quiere compartir, llevar en luz para los demás y poder hacer que sea tan sanador como lo fue y lo sigue siendo para cada uno de nosotros.
Así fue que inicié mi Formación Profesional en esta academia, que además del conocimiento técnico, me permitió conectar de un modo más humano y más consciente con esta herramienta que puede ser tan reveladora como simple y sanadora, si uno se permite que entre en su vida, probándola en su cotidianeidad y sintiendo como podemos volver a conectar con nosotros mismos y nuestra verdadera esencia y propósito en este plano.
POR QUÉ LO HAGO
Hay muchas energías en mí que, desde siempre, me han llevado a compartir, a enseñar y antes de mi acercamiento a Diseño Humano, no sabía de donde me venía eso; incluso hace un tiempo sentía muy dentro mío que quería enseñar, transmitir y no encontraba como canalizar esta sensación que se hacía cada vez más latente en mi ser.
Hoy, gracias a Diseño Humano, encuentro tantas respuestas y tantas ganas de hacer valer mi esencia y mi propósito, que mi principal objetivo es poder a través de una lectura, enseñar la maravilla de esta herramienta de un modo simple, “aplicable”, usando lo técnico para poder explicar lo cotidiano, lo que realmente nos permite dejar de hacer el camino de otro, o de otros, y poder hacer sin vergüenzas, sin culpas, sin el que dirán, nuestro propio viaje y dejando nuestra propia huella.
POR QUÉ LO HAGO
Hay muchas energías en mí que, desde siempre, me han llevado a compartir, a enseñar y antes de mi acercamiento a Diseño Humano, no sabía de donde me venía eso; incluso hace un tiempo sentía muy dentro mío que quería enseñar, transmitir y no encontraba como canalizar esta sensación que se hacía cada vez más latente en mi ser.
Hoy, gracias a Diseño Humano, encuentro tantas respuestas y tantas ganas de hacer valer mi esencia y mi propósito, que mi principal objetivo es poder a través de una lectura, enseñar la maravilla de esta herramienta de un modo simple, “aplicable”, usando lo técnico para poder explicar lo cotidiano, lo que realmente nos permite dejar de hacer el camino de otro, o de otros, y poder hacer sin vergüenzas, sin culpas, sin el que dirán, nuestro propio viaje y dejando nuestra propia huella.